SINOPSIS: Los personajes de En la noche no hay caminos se nos hacen vivos, reales a fuerza de quererlos así y no de otro modo. Juan José Mira no ha visto a sus figuras en la vida real, actuando después de fotógrafo más o menos hábil: ha hecho bastante más: las ha creado y con ellas un mundo novelístico en donde sus existencias se concatenan con rara habilidad para hacer del libro un ámbito apasionante en donde vida y naturaleza cobran honda significación humana. En la novela Una casa con goteras, del autor zaragozano Santiago Lorén, destacan dos historias principales, la de un viajante de comercio, casanova de buen corazón, y la de un inocente tonto de pueblo, con habilidades artísticas. Estas dos historias confluyen dramáticamente al final del libro en la casa con goteras que, realmente, es un hotel barcelonés en el que coinciden ambos hombres tan diferentes. El contraste entre sus dos mentalidades, una más abierta y cosmopolita, y la otra más campechana y rural, sirve de buen espejo de la sociedad y la forma de pensar de la época que nos ocupa, y logró hacerse con el premio Planeta de narrativa en 1953. Pequeño Teatro: Teatro de títeres: humildes muñecos movidos por la destreza de un anciano bondadoso... Pero seres humanos también, seres humanos que palpitan y bullen en la ciudad, dejando al descubierto sus propias miserias, sus inclinaciones, sus torpes sentimientos, sus mezquindades, sus odios, sus reacciones...