Reseña: Al igual que muchos australianos, Christine Hogan estaba fascinada, desconcertada y más que un poco aprensiva del mundo islámico. Pero superando su inquietud, decidió que la única forma de comprender el Islam, la religión, la cultura y la gente, era ver las cosas de primera mano. Viajando por Libia, Marruecos, Túnez, Turquía, Jordania, Líbano, Egipto y los Estados del Golfo, Christine se embarcó en un viaje de descubrimiento. Mientras lidiaba con camellos desaliñados, plagas de langostas y se perdía en el Sahara, Christine también llegó a apreciar la belleza y la complejidad de Medio Oriente, y una amabilidad y hospitalidad inigualables en cualquier otro lugar del mundo. Pronto descubrió que sus viejos supuestos abrían paso a nuevas ideas.