Han pasado seis meses desde el reencuentro de los dos gemelos Connor y Grace. Ahora viven a bordo del barco pirata, El diablo. Connor está demostrando ser un buen pirata, con una excepcional destreza con la espada. Mientras, Grace se siente inútil, aburrida en un lugar donde su inteligencia no sirve ningún propósito. Poco a poco, la relación de los hermanos se va enfriando, sobre todo porque Grace no se siente valorada, y eso hace que recuerde con cierta nostalgia lo vivido en el barco vampirata. Antes de despedirse, el capitán le dio una moneda; Grace siempre pensó que se trataba de un recuerdo, pero ahora se da cuenta de que sosteniéndola con fuerza puede interpretar los pensamientos de algunos de los tripulantes del barco Vampirata. Y es así como descubre que no es un bueno momento para aquella tripulación: la desaparición del renegado Sidorio les enfrenta y, lo que todavía es peor, Lorcan la necesita. Grace decide volver al barco y allí ve con sus propios ojos lo mal que han ido las cosas desde que ella se marchó. Lorcan se está quedando ciego -en la primera entrega salió a la luz del sol para ayudar a Grace-- y la autoridad del capitán está en entredicho. Además, para acabar de rematarlo, Sidiorio ha matado a Porfirio Wrathe, el hermano del capitán de El diablo, y se ha proclamado único vampirata... Se avecinan tiempos difíciles y Vampiratas y Piratas tendrán que llegar a un pacto...
