Doña María, viuda del capitán Barranco, no quiere perder su estatus. Por eso, emplea a su hija Carmen como señuelo para atraer a su casa jóvenes pretendientes, que compiten en presentes y en favores. Pero el amor entra en escena para desbaratar sus planes. Nora, por su parte, tan alegre como una alondra, oculta tras su aparente ingenuidad de muñeca, un secreto que su marido no debe descubrir, un secreto que constituye, a la vez, su tortura y su orgullo. Gregorio de Laferrére, padre del teatro argentino, y el premio Nobel de Literatura Henrik Ibsen presentan ante nosotros mujeres encerradas en un mundo de conveniencias, que buscan denodadamente encontrarse a sí mismas. Las de Barranco. Casa de Muñecas
