SINOPSIS: Me imagino a las familias alrededor de las mesas, preparadas para cenar, con los hogares encendidos y los leños quemándose en su felicidad. Pero no para mí: yo estoy, desde hace meses, hundido en el ocio.Andrés Stella no le encuentra la vuelta a su existencia y se deja caer en el ocio: comer, dormir, escuchar música, vagabundear. La solución sería trabajar, pero no tiene ánimo para eso. Vive con su padre y su hermano, aunque desde que murió la madre están tan cerca uno del otro como los planetas. Se engancha a vender droga con un amigo, y quedan sujetos a los vaivenes anímicos propios del negocio: euforia, ansiedad, paranoia. Nada parece llenar el vacío que dejó la madre con su partida y que transformó a Andrés en una biología que no tiene rumbo. En la literatura de Fabián Casas hay una honestidad y una intensidad que sólo se pueden atribuir a la más pura vocación de contar.