Bienvenida a casa se disfruta de principio a fin. Sobre todo para quienes hayan leído los relatos de Manual para mujeres de la limpieza (2016) y se interesen en el diálogo entre ficción y autobiografía. Berlin logra la maravilla de contar con naturalidad y una aparente ligereza, sin caer en el dramatismo, aunque lo que cuente sea dramático. "¿Es posible que todos hayamos sido felices cada uno de los días que vivimos allí?", se pregunta cuando recuerda la vida en Arizona. La pregunta devela el deseo que recorre todo el libro: que de verdad haya existido un lugar así.