Entre las colinas, en los cobertizos, por puentes colgantes, por mares, por ríos, por bosques, por huertos o bien en el centro de la habitación acechan misterios a niñas y niños que van sin aviso. No salten la soga ni escupan semillas, no miren muy fijo a ningún insecto. Al llegar la noche, con una linterna ¡tiemblen como estrellas leyendo este libro!