Como decíamos en la introducción del tomo V de nuestra colección Documentos para la historia del General Don Manuel Beigrano, el destino nos coloca nuevamente en la quijotesca tentativa de restaurar y dar vida a los principios esenciales que nos nutren y vigorizan, para reconstruir un destino mejor, como lo soñaron nuestros próceres fundadores, verbigracia Belgrano que junto con San Martín y otros preclaros próceres iluminados y generosos, nos dieron patria, bandera, libertad e independencia. El tomo VI nos encuentra en plena labor de develar con entu-siasmo el período comprendido entre abril y septiembre de 1813, es decir, entre la gran victoria de Salta (20 de febrero de 1813) y la derrota de Vilcapugio (1° de octubre de 1813). Si bien este periodo fue poco estudiado por nuestros historiadores, cumplimos en destacar que durante el mismo, el general Belgrano desarrolló una labor sumamente meritoria, especialmente en el Alto Perú, pese a las dificultades enormes que debía vencer, tales como la falta de caballada, víveres y caminos intransitables para poner en marcha las tropas de su aguerrido Ejército. Surge de este material cómo las distintas ciudades de la región prestaron su obediencia a la Asamblea General Constituyente, enviando los diputados convenidos. Belgrano sin abandonar sus obligaciones como General en Jefe del Ejército Auxiliar del Alto Perú estaba, corno lo comprobamos, en estrecho contacto con las autoridades patrióticas y con la realidad política y social de esas provincias.
