SINOPSIS: El desarrollo integral de los niños depende de las atenciones, tanto en su dimensión afectiva cuanto en los aspectos biológicos -alimentación e higiene, salud y condiciones de vida, relación con el medio y otros sujetos-, donde la adquisición del lenguaje ocupa un rol central. En la escuela, el docente necesita que el niño o niña pueda utilizar el lenguaje de manera determinada para aprender, pero en las salas se enfrenta a una diversidad de códigos no lingüísticos y/o lingüísticos ya constituidos como lenguaje familiar, que en las primeras secciones se manifiesta con predominio de gestos o vocabulario muy limitado al nombrar utensilios personales, prendas de vestir o partes del cuerpo y que refleja un circuito social muy estrecho, íntimo. En el presente trabajo se plantean los interrogantes que reflejan esta situación: ¿el lenguaje se adquiere o se aprende?