SINOPSIS: La lírica francesa se halla en trance de transformación. Después del surrealismo y de la poesía pura, se dibujan otras líneas de avance, tendencias de integración y tendencias de superación. Las primeras, animadas por el deseo de consolidar las conquistas del surrealismo, defienden la primacía de la inspiración, entendiéndola como dictado de la parte oscura y secreta del alma; las segundas, aspirando a un reencuentro con el hombre en planos más tangibles y cotidianos, proclaman el deber de situarse lucidamente en la realidad, creyendo que es en ésta donde existen los estímulos capaces de engendrar legítimamente la creación.