SINOPSIS: Simon Bisley es un ilustrador, dibujante y portadista de cómics británico que por allá en los 80 y parte de los 90 sacudió la industria de los cómics con trabajos en revistas como: la británica 2000 AD o la norteamericana Heavy Metal. Dueño de un trazo brutal, intenso, desmesurado, Bisley se atreve a exagerar las anatomías a extremos insoportables. Entre 1997 y 2003, este agresor de los cómics se embarcó en uno de sus proyectos más interesantes. Darle vida con sus trazos a la Palabra de Dios. Así como otros artistas, historietistas, han dado sus versiones de la Biblia (Basil Wolverton, Robert Crumb con su Génesis ilustrado. Solo por citar un par) esta vez el turno fue para Bisley quien con el título: The Bible, a Work in Progess se dedicó fervorosamente a emplear sus lápices a fondo en tan magna obra. The Bible a Work un Progess es un libro de arte, donde Bisley explora a sus anchas el universo bíblico desde el antiguo al nuevo testamento. Desde la caída de Lucifer hasta la pasión de Cristo con algunos bocetos extra de santos y guerreros como San Antonio, San Sebastián y San Jorge y una mirada al coliseo romano con sus combates entre fieras y gladiadores. En este trabajo su mirada está untada del trabajo de artistas icónicos de la historia del arte como Matthias Grunewald o Rembrandt. En Bisley hay un absoluto respeto por los maestros y las formas del pasado mientras contribuye con su particular y expresionista versión de los momentos bíblicos. El diluvio universal, David y Goliat, Sansón, Adán y Eva, Abraham y el nacimiento de Jesús aparecen aquí retratados a veces con mucha belleza y otras con toques densos de terrible agresividad. Las escenas de la pasión de Cristo se destacan por lo fuertes y desgarradoras. Los trazos son de un gran carácter y vitalidad. El dolor nos traspasa la mirada para instalarse dentro de nuestro cerebro y contagiarnos del dolor que habita en las imágenes. Es notable como un artista acostumbrado a habitar zonas del cómic como la Ciencia Ficción o la Fantasía, aquí se entrega a la elaboración de obras muy definidas y elaboradas de Arte Sacro. Nada que envidiarle a un Greco o al citado Rembrandt. El estilo brutal y agresivo de Bisley fluye muy bien en estas aguas dotando de un dramatismo y una expresividad al universo bíblico como pocas veces se había visto. Recordando de nuevo el trabajo de Wolverton o de Crumb con sus respectivos aportes a textos bíblicos vemos que al involucrarse con estos textos los artistas no pueden evitar dar lo mejor de sí y se entregan a sus respectivos trabajos con gran ímpetu logrando obras impecables por su acabado y refinamiento. Recordemos las escenas del apocalipsis en Wolverton y que el Génesis ilustrado de Crumb es quizás la obra más minuciosa y documentada que se ha hecho en cómic de esa parte de la Biblia. Tal vez, con Bisley se confirma entre manos, que las fuerzas divinas ayudan a algunos creadores en la realización de sus obras, para comunicar una vez más a los humanos el poder celestial de un perverso creador. (Sebastian Giorgi García)
