RESEÑA: En la Casa de la ochava, la narración se ordena y progresa según una sagaz alternancia del análisis psicológico y del punto de vista que un testigo aporta a los hechos. La tensión entro lo dicho y lo callado, entre lo sospechado y lo sabido, confiere particular densidad a un relato cuyas zonas oscuras se aclaran gradualmente, complicando una trama cuya resolución, tiene la inevitabilidad de un drama clásico.