RESEÑA: Russell Foley es acusado de haber asesinado a un detective. Sin embargo, sólo el propio Foley sabe que es inocente y, como no dispone de pruebas, ¿quién va a creerle si intenta explicar la verdad? Su única solución es comenzar a correr, porque si has matado a un policía, o creen que lo has hecho, no te puedes detener.