Las únicas pistas para resolver el salvaje asesinato de una hermosa joven en un suntuoso penthouse son: una colección de ardientes cartas eróticas y treinta y dos puñaladas. Existen aún menos indicios en el caso de su amante, que aparece con cuatro balazos en la cabeza... El muerto ha dejado tras de sí a cuatro mujeres: su ex esposa, las dos hijas de ambos y su mujer actual. Cuatro deudos. Cuatro sospechosas. Para el detective Steve Carella, se trata de un enigmático puzzle en el que deberá recurrir a todas sus dotes de investigador.