Esta es la historia de Jesús Chico Grande, que comenzó siendo un gamín, uno de los innumerables niños abandonados que luchan desesperadamente por sobrevivir en las calles de Bogotá, y acabó siendo un sicario, un frío y eficaz asesino a sueldo. Pero este sórdido relato de miseria y crimen, que contiene todos los elementos del estilo narrativo que le han valido a su autor el éxito internacional, constituye también un estremecedor documento de denuncia que marca el paso se Alberto Vázquez Figueroa a la plena madurez como escritor.