RESEÑA: Isabel von Hegen carga con un pasado criminal que la arrastra a la isla paterna, al caserón abandonado y decrépito. Un cementerio rodea la casa familiar que se levanta al borde del acantilado, frente al mar. Isabel se extravía en su doble femenino, reencontrándose bajo la condición de un sacrificio. En Las cruces, el original es incierto y sólo en su destrucción es posible instituir una diferencia, un nombre.