Ariel es la obra más importante de José Enrique Rodó. Es un ensayo de aproximadamente cien páginas concebido al final de la guerra hispanoamericana. Alcanzó una gran popularidad que perduró porque exponía las ideas que circulaban entre la población: la juventud debe confiar en su capacidad para moldear el futuro. La obra tuvo como consecuencia una mayor preocupación por la educación en América Latina y el rechazo hacia la tendencia a mitificar todo lo que viniera de Estados Unidos. Es un ensayo considerado como una de las obras de mayor influencia en el campo de la cultura y la política latinoamericanas, a pesar de ser esta una modesta copia del Caliban (1878) de Ernest Renan y los postulados modernistas de Rubén Darío. Es un texto breve compuesto de seis partes. Se caracteriza por su contenido filosófico y su tono pedagógico. Está dirigido principalmente a la juventud hispanoamericana, como señala el autor, para advertirles contra el utilitarismo y contra lo que él llama la nordomanía.