¿Quién se acuerda del postrecito matemático, de los dedos de vainilla y chocolate, del chupetín peludo? Fueron famosas y riquísimas golosinas, creadas por un inventor genial. Un hombre tan fanático de los dulces, que llegó a meterse en problemas por ellos. Su nombre era Papir Pipón y este libro cuenta su asombrosa y verdadera historia.