RESEÑA: Zé Orocó está solo en la selva amazónica. Su única compañía es Rosinha, su canoa, una amiga leal con quien conversa y ríe. Venido de la ciudad, aprendió de los habitantes originarios y de la propia selva. Llegó a entender el lenguaje de los árboles, de la lluvia, de los animales y de la propia Rosinha. La novela transcurre en la selva brasileña, rico mundo de leyendas, recuerdos, magia y rebeldía. Todo el mundo mágico, de recuerdos, leyendas y misterio, inocencia y rebeldía que forma parte constante de la inspiración de Vasconcelos está presente en esta novela deliciosa, que ofrece un fascinante friso de la vida natural y de las sofisticaciones del mundo contemporáneo. Es el eterno contrapunto entre el ensueño y la realidad. Desarrollada tan pronto en medio de la inmensidad subyugante y deslumbradora de la selva brasileña, como teniendo por marco el brillo y las limitaciones de las grandes ciudades, esta obra escrita con extraordinaria maestría constituye, en suma, un canto de amor y esperanza.