Kumiko sabrá jugar con la mezcla de idiosincrasias y filosofías de su vida familiar, para armar su propio tablero de ajedrez. Atrevida, aventurera y pasional, Kumiko, sabrá llenar de colores brillantes y pálidos cada una de sus páginas, para que al final del libro el lector se sienta complacido y con la sensación de haber compartido con ella muchas de sus vivencias