RESEÑA: Este es, de hecho, el tipo de escritura que me fascina: aquella donde el lector sospecha, desde el principio, que el escritor tiene la intención de romper algunas reglas, temporales, de espacio, de convención, artísticas. Todo el libro es una sola noche en la vida del protagonista, relatada en tercera persona. Sin embargo, el narrador nos da la oportunidad de meternos en la cabeza de este hombre y presenciar el oleaje de recuerdos que éste tiene y que nos van mostrando aquellos hechos de su vida referidos a su carrera como intérprete de piano y profesor de un joven prodigio. Al mostrar el presente de esa larga noche de Verme y el pasado de sus recuerdos, Carusi tiene que ir y venir constantemente, sin previo aviso, sin puntos y aparte, obligando al lector a involucrarse un poco más de lo debido y a prestar atención a cada pasaje, con el fin de distinguir en qué escenario se encuentra el protagonista en cada momento.
