Natica Chauncey tenía catorce años cuando su padre perdió toda su fortuna en el crash de Wall Street, en 1929. La familia se adaptó a la nueva situación, pero ella se volvió una mujer de inteligencia y de carácter, que se propuso recuperar su posición en la vida. A fuerza de astucia e imaginación, busca su fortuna en la fortuna de los demás. Señora de circunstancias, Natalia saca partido de las situaciones más improbables y se convierte, a pesar suyo, en una femme fatale inolvidable. Louis Auchincloss ofrece en esta novela una rica pintura de las costumbres del mundo aristocrático norteamericano, que tan bien conoce, y traza el certero retrato de la ambición desmentida de una mujer.