SINOPSIS: David Alfaro Siqueiros (nació el 29 de diciembre de 1896 en Santa Rosalía, hoy Camargo, Chihuahua, y murió en Cuernavaca, Morelos, el 6 de enero de 1974), pintor polémico y combatiente por una sola causa en muchos frentes, nunca pretendió separar su ideología de su arte. Pintura y combate se fundieron y confundieron en él, como forma única de existir y de ser. En esa fusión del arte y la ideología estriba, para muchos, le mérito de Siqueiros como hombre y como pintor. Para otros, ello sólo fue una confusión apasionada que limitó las extraordinarias capacidades de su expresión plástica. Quienes lo veían de lejos los juzgaban arbitrario y arrollador; quienes pudieron compartir sus tempestades, lo recuerdan tierno, generoso. Todos coincidieron en que la existencia y la obra del artista se integran en un radical beligerancia. El artista revolucionario, el revolucionario artista, combatió siempre injusticias y atropellos, abstraccionismo y ambigüedades. Conoció cárceles, luces, disparos, y colores. Fue el luchador de la Revolución Mexicana y de la Guerra Civil Española y el pintor vigoroso; el disidente y el renovador. Antonio Rodríguez, crítico de arte mejor calificados, ofrece en este libro un examen lúcido de Siqueiros.