RESEÑA: El ciclo del llamado drama gauchesco que inicia José J. Podestá protagonizando a Juan Moreira, basado en la novela de Eduardo Gutiérrez, cierra idealmente con Calandria del entrerriano Martiniano Leguizamón (1858-1935) en 1896. El éxito de la obra, protagonizada por Podestá, se apoya no sólo en el gusto popular por este tipo de dramas, sino también en un texto bien estructurado cuya frescura pervive aún. Simultáneamente con este teatro nacido en los picaderos y tabladillos circenses de los Podestá, triunfa otra línea, también de raigambre popular. Se trata del llamado género chico y del zarzuelismo criollo, que abreva en fuentes españolas. Ensalada criolla de Enrique De María (1870-1937), estrenada también por los Podestá en 1898, es uno de los mejores ejemplos de esta vertiente, que preanuncia el sainete porteño. Esta antología reúne ambas obras corno expresiones más características del teatro nacional, en la etapa que se abre luego de la batalla de Caseros y que culmina con el siglo.
