Seductor y codicioso, con indómitos aires de grandeza, Juan Duarte remontó el poder de la mano de su hermana, Evita, entre 1945 y 1953. En su adolescencia en Junín había soñado un futuro virtuoso, de autos flamantes, una billetera abierta y el amor de las mujeres. Boyó en trabajos irrelevantes, viajó a la Capital y su vida empezó a brillar una noche en el restaurante Pedemonte: la noche en que conoció al entonces coronel Juan Domingo Perón. Al poco tiempo se convirtió en su secretario privado y luego vivió con pavor (y con la sensación de haber elegido el bando equivocado) los días anteriores al 17 de octubre. Pero una vez que la historia pareció hecha a la medida del peronismo, empezó a ajustar cuentas con su propio destino. Tuvo sus romances añorados con las actrices Fanny Navarro y Elina Colomer, acompañó a Evita en el viaje a Europa de 1947, mantuvo relaciones con nazis que querían invertir en la Argentina y en un año, 1948, se volvió súbitamente multimillonario. Su despacho, verdadera antesala del poder, fue fértil en negocios. Al menos hasta 1952, cuando con la muerte de su protectora su figura ingresó en un eclipse. Entonces se lo empezó a señalar como corrupto, perdió el respaldo de Perón y presentó su renuncia. Unos días después apareció muerto en su departamento. Oficialmente el hecho fue caratulado como suicidio, y sin embargo muchos pensaron, y piensan aún, que se trató de un crimen bien disimulado. Fue el final trágico de un astro fugaz y polémico, que se incendió en su propia fama y que, por sus descuidos y opulencia, amenazaba extender la mancha de su ocaso al propio gobierno. Jorge Camarasa traza la historia de un personaje clave en el primer peronismo. Sin embargo, este libro es más que el retrato de una viola: es el entorno que la hace posible, y que primero la festeja o al menos la tolera, y luego, cuando arrecian las críticas y las controversias, la empuja al más allá. La última noche de Juan Duarte, narrado con la fibra de un policial, es una visita a los rincones oscuros de Perón y Evita, de la mano de un hombre que fue vencido por su propia ambición y terminó envuelto en un manto de sospechas que esta novela impecable despeja sin ambigüedades.
