RESEÑA: El espíritu de esta novela puede concentrarse en la siguiente frase: «El amor puede asfixiar. Puede ser una enfermedad, una obsesión tan destructiva para el enamorado como para el objeto de su amor». Entre este cáncer del alma y el amor como promesa romántica se debaten muchos de sus personajes. El deseo tanto puede consumir a un hombre mayor ante una adolescente venal, como atar a otro a la mujer que sólo podrá liberarlo destruyéndolo. Como en La novia de Odessa y El rufián moldavo, Cozarinsky vuelve a entrelazar la Historia y las historias. Pone en conversación el destino de un refugiado alemán en el París de 1940 con el de un periodista argentino desaparecido en 1977, el de una vedette sobreviviente del holocausto o los de un grupo de personajes que se rozan ignorándose en el Buenos Aires cargado de presagios de 1942. Del otro lado del espejo, el lector descubrirá el encanto agreste de una pareja de porteras parisienses, argentinas y lesbianas, involuntarias participantes en un homenaje a Lacan, o la candidez de un académico norteamericano, incapaz de reconocer las más pedestres traducciones de Rimbaud en la obra de un ignoto poeta salteño que ha creído descubrir. Tres fronteras renueva y confirma el tono único de uno de los autores de ficción más originales de la literatura argentina actual.