Buenos Aires : Arte Gráfico Editorial Argentino, 2010 .
Serie:
Museo Nacional de Bellas Artes COLECCIÃâN - 05
Notas:
RESEÑA: La primera obra catalogada en este tomo, continuación de la colección del arte del siglo XIX, es La vuelta del malón de Ángel Della Valle, probablemente la pintura más citada del arte argentino desde que fue celebrada en su época como la primera "genuinamente nacional". Realizada en el año de 1892, azarosamente comparte la datación can una de las pinturas centrales en la colección de arte europeo: Vahine no te mítí de Paul Gauguin. Nada más distante estilísticamente que estas dos pinturas, pero ambas son marcas distintivas del patrimonio del MNBA. Como escribe Darío Gamboni, de la Universidad de Ginebra, nuestro Museo tiene la suerte de poseer dos bañistas de Gauguin: la mencionada, realizada en Tahití, y otra ejecutada en Pont-Aven en 1887. No menos relevante es Le Moulin de la Galette, del mismo año, pintada por Vincent van Gogh, que testimonia -afirma Thomas Schlesser- "la euforia del pintor holandés que recorre París". Las obras estudiadas, entre otras, de Falguiére. Monet, Manet, Ménard, Lefebvre, Luminais, Laurens, Harpignies, Forain, Fantin-Latour, Morisot remarcan, una vez más, la excepcionalidad de esta colección de pintura francesa para los museos latinoamericanos. La investigación de Silvestra Bietoletti -mencionada ya en el prefacio del cuarto tomo- ha dado un nuevo valor a las pinturas italianas de Giacomo Favretto, Emilio Gola, Camillo Innocenti, Emilio Longoni, Antonio Mancini, Francesco Michetti. Angelo Morbelli. Domenico Morelli y Luigi Nono. Los aires renovadores de la pintura española se observan en Gitana de Eduardo Chicharro, Silencio de Eliseu Meifrén y Mujer mora de Francisco Iturrino, frente a las más académicas de Raimundo de Madrazo y Francesc Masriera. La diversidad de la colección se subraya con la presencia de los suecos Gottfrid Kallsteniüs y Carl Larsson. el alemán Friedrich von Kaulbach, el belga Jef Leempoels y el norteamericano Charles W. Hawthorne. El arte nacional, además del citado Della Valle, se encuentra representado por pinturas que marcaron el desarrollo del mismo: entre ellas, La parvas de Martin Malharro, Retrato de Gervasio Méndez de Graciano Mendilaharzu, La sopa de los pobres de Reinaldo Giúdici. Una nota especial merece Después de la batalla de Curupayti, perteneciente a la serie de pinturas de Cándido López que recuerdan la traticida Guerra del Paraguay, uno de los puntos más altos de la pintura regional del siglo XIX