SINOPSIS: El ciudadano se va forjando una idea particular de los Presidentes, a la que llega fundamentalmente por la imagen que difunden los medios de comunicación. Esa idea particular es un producto derivado de la figura que brindan los medios y de la sensación individual del habitante derivada ésta a su vez de la incidencia de los lineamientos político económicos de la gestión de gobierno en su propio ámbito personal, familiar, laboral, comercial o empresario. Quizás el común de la gente no llegue a poder expresar con palabras el detalle caracterizador más saliente de cada hombre público, pero sin duda coincidirá plenamente, cuando el caricaturista político lo ponga de manifiesto en sus trabajos. El artista en su obra rescata los rasgos físicos y la psicología del gobernante y los inserta en la realidad cotidiana. No es ajeno a su labor, plasmar en el dibujo los apodos que la inagotable imaginación popular pone a los Presidentes, basándose justamente en aquellos parámetros identificatorios. Su tarea está signada por la urgencia de la noticia y de su capacidad de observación. De sus condiciones artísticas, dependerá la prolongación en el tiempo de su diario trabajo. Hubo caricaturistas comprometidos con una ideología, con una situación partidaria o meramente circunstancial y los hubo comprometidos solamente con su tarea, talentosos y profesionales. A este noble arte que nos ayuda a comprender nuestro tiempo y a refrescarnos la memoria, descifrando con dos trazos una realidad que a veces no alcanzamos a percibir, está dedicada esta exposición. Se unen a la muestra el patrimonio del Museo del Dibujo y la Ilustración, cedido gentilmente, y el propio de nuestro Museo Casa Rosada. Las obras exhibidas pertenecen a autores como Cao, Columba, Rechain, Dobal, Fortín, Lino Palacio, Divito, Sábat, etc. Es nuestro fin rendir homenaje a distintos artistas caricaturistas, que a lo largo de la vida de la República han sabido inmortalizar rasgos, personalidades y ámbitos políticos.
