RESEÑA: América tiene una leyenda en cada monte, lago, rio, animal, piedra, flor. También en muchos lugares donde el mar la moja. Para espantar los peligros de la navegación y mantener vivas sus esperanzas, los hombres contaron historias sobre tesoros sepultados, tormentas, arrecifes peligrosos, barcos, islas y patas de palo, todas cosas muy verdaderas. Sin embargo, en ellas se colaron fantasmas, luces erráticas, campanas invisibles, milagros de santos y hasta el mismo diablo. Entonces nació la leyenda. Tan real como para que nadie se burle de quien la cuenta y tan enigmática como para que nadie la olvide.