SINOPSIS: Es un placer exquisito olvidar las canciones de Joaquín Sabina para volver a disfrutarlas otra vez por primera vez; cortarlas por la mitad para que cada una de ellas se convierta en dos y poder beber todo su zumo. Son canciones inteligentes, comprometidas y emocionantes, y si yo fuera el director de publicidad de Joaquín, las vendería como si fuesen un medicamento milagroso: quitan la sed, agudizan la vista, descifran el corazón y mueven la conciencia. Así define Benjamín Prado en su prólogo los sentimientos que surgen al poder disfrutar de la lectura de las canciones de Sabina. El libro contiene todas las canciones escritas por encargo o para amigos, para cine y televisión, y las inéditas y correspondientes a su último disco. Sabina ha seleccionado personalmente las imágenes que ilustran la obra, ha realizado varios dibujos ex profeso y ha incluido anotaciones manuscritas en muchas de ellas, que aportan una nota de humor y aclaran la historia que dio lugar a esas composiciones.
