Mahuel Moreno era enemigo del dogmatismo. Decía: Ser trotskista es ser crítico, incluso del propio trotskismo. Y así actuaba, abierto a la crítica y la autocrítica, a reflexionar y repensar ante los nuevos fenómenos. Y así hay que actuar, más aún ante los gandes cambios que han ocurrido en el mundo en estos últimos años.