RESEÑA: Abrir un atlas, no es sólo adentrarse en una cantidad de mapas referencias, de paralelos y meridianos, de paisajes montañosos o desérticos, de nombres que hablan otro idioma, dicen de otros mares, acercan otros mundos. Además de todo eso, abrir un atlas es sumergirse en otra dimensión, en otra realidad: la de la gente que vive en esos retazos coloreados que delinean los mapas, la que sufre, goza y sueña en sus paisajes, la que trabaja, ama o impulsa hacia adelante esos países reflejados en los cuadros estadísticos, las imágenes y los textos de un atlas. Cuando Clarín decidió editar el Nuevo Atlas de la Argentina, lo hizo con un objetivo prioritario: entregar a nuestros lectores una obra en la que pudieran reconocerse, en la que pudieran hallar respuestas a la hora de preguntarse cómo somos, quiénes nos rodean, hacia adónde vamos. No podía ser otro nuestro objetivo: Clarín está a punto de cumplir cincuenta años dando respuesta a esas preguntas, dialogando frente a frente con sus lectores, acercando, como un atlas de la información, la realidad del mundo. La obra que usted tiene en sus manos, es fruto de un grupo de profesionales de primera línea (geógrafos, cartógrafos, sociólogos, historiadores, grafistas, dibujantes, fotógrafos, periodistas) guiado esencialmente por un deseo: el de poner al alcance de cada hogar argentino, la posibilidad de hallar la exacta referencia, el dato justo y la imagen más fiel de este país nuestro. A la misma altura de la calidad de la obra, está nuestra satisfacción por ponerla en sus manos.
