¿Cuáles son los peligros y las amenazas que nos acechan en relación con esa riqueza fundamental de todo pueblo que es su lengua? ¿Qué podemos hacer para conjurarlos? La campaña de devastación verbal que realizan los medios nos prepara para ser zombies de la sociedad de consumo y nos priva de la riqueza del idioma, que no sólo es comunicación sino sabiduría e identidad. Urge elegir entre un lenguaje cómplice y uno resistente. El país que nos habla, de Ivonne Bordelois, intenta señalar un camino en ese sentido. Cuando se habla de la pobreza en este país, se olvida que es precisamente de las regiones más desamparadas de donde surge la poesía más venturosa. 'Si la vida la hubiera nacido en Norteamérica, dice Leda Valladares, sería tan famosa como el blues y se cantaría en el mundo entero.' La poesía y la música son. fuentes invalorables de reconquista de la lengua. No es el lenguaje lo que está en crisis: la historia muestra que pasan los gobiernos, los países y los siglos y éste sobrevive con energía desbordante. Los que estamos en crisis somos nosotros. ¿Qué deberíamos hacer hoy, concretamente, para detener el declive generalizado de la calidad del idioma argentino? El país que nos habla, abre una puerta maravillosa hacia posibles respuestas y nuevas búsquedas para enfrentar el deterioro de la lengua y restaurar su luminosidad, que será también la nuestra.