En su política exterior la Argentina ha experimentado diversas crisis; aquellas que no pudieron dirimirse diplomáticamente se resolvieron fatalmente por medio de las armas: Sin embargo, pese a lo desdichadas que pueden ser lis guerras, todas las contiendas permiten rescatar algún hecho característico, en algunos casos positivo. Así, la conformación de un incipiente ejército criollo se produce como respuesta a las Invasiones Inglesas y sería el embrión de las fuerzas que luchen por la Independencia. La guerra con el Brasil permitirá la formación de una flota naval hasta ese momento casi inexistente. La cruenta Guerra del Paraguay, que desgarró a cuatro pueblos y destruyó virtualmente al país vencido, permitió la consolidación del ejército nacional. La improvisada e irresponsable Guerra de Malvinas contra la usurpación inglesa aceleró la debacle de la dictadura militar y facilitó el regreso a la democracia. La conformación de una identidad nacional, la delimitación del territorio, la organización del ejército, el ejemplo heroico de los combatientes son la contraparte del oscuro recuerdo y la dolorosa secuela que constituye la guerra para los pueblos que la sufren.