Como si ser mujer no fuera en sí mismo el más descabellado de los propósitos, Cristina Wargon se ha propuesto ¡y lo logra!, escribir un libro acerca del tema. Esto habla a las claras de una personalidad tan descabellada que no merece menos que el más descabellado de los elogios. El lector no puede parar de preguntarse de qué se ríe alguien cuyo destino irremediable es la calvicie. Si además, como es el caso, la empresa se cumple con humor a prueba de hijos, maridos, porteros, presiones sociales y demás pesadillas que habitan la cotidianeidad de cualquier mujer digna de ese nombre (y no somos muchas) nos encontramos, sin duda, frente auna de esas raras avis de la cultura contemporánea: ¡una humorista! Algunos hombres dicen que las mujeres no tenemos humor. Algunas mujeres sostienen que lo que no tenemos es de qué reírnos. Este libro da por tierra con ambas teorías. Y si es cierto que el humor es un ejercicio de la inteligencia, su autora ya puede dejar de sufrir por los aerobics que nunca hizo. Está en muy buena forma.
Nivel Bibliográfico:
Monográfico
ISBN:
950-556-407-4
Páginas:
188
Nota normalizada:
Nene, veni que te hago un trauma; Los recuerdos de los chicos que guardan; ¿Con quién se casará la nena?; Mi hija entró en terapia; Mi hijo se rapó la cabeza; Mis hijos están en la Universidad. ¡Y damos exámenes; Un hijo doctor cuesta una calavera y media; Idishe nuzme desocupada se ofrece; ¡Mi hijo es doctor!; ¡Mamáaaaaaaaaa!; La nueva mujer de nuestro viejo amigo; Los hijos de separados cuando papá (mamá) tiene novia (novio); ¡Hay masajistas en mi edificio!; ¡Auxilio, hombres cocinando!; Cómo abrir una carta de mujer; La guerra con los porteros; Rumbo a Alemania; Un porro show en Río.