RESEÑA: Debido al avance constante de los pueblos bárbaros, el emperador Constantino decidió trasladar la capital del Imperio Romano a Bizancio, a la que se rebautizó como Constantinopla. El cambio provocó un paulatino y sostenido afianzamiento del poder regional y un alejamiento de Roma, que luego se acentuó con las diferencias entre las iglesias bizantinas (ortodoxas) y el Papado. En 1453 los turcos otomanos tomaron Constantinopla y el Imperio se derrumbó.
Nivel Bibliográfico:
Monográfico
ISBN:
978-987-07-0538-3
Páginas:
32p.20x 27 cm.
Nota normalizada:
CONTENIDO: Bizancio, la nueva Roma. División del Imperio. Justiniano I el Grande. La caída. El mundo de la Corte. Justiniano I. Las Cruzadas. La economía. La Iglesia Ortodoxa. Los cruzados. Arquitectura bizantina. El arte del mosaico. Pintura y escultura.