Ocho cuentos dan origen a Cuentos de la selva (âLa tortuga giganteâ, âLas medias de los flamencosâ, âEl loro peladoâ, âLa guerra de los yacarésâ, âLa gama ciegaâ, âHistoria de dos cachorros de coatí y de dos cachorros de hombreâ, âEl paso del Yabebiríâ, âLa abeja haraganaâ). La acción se realiza en la selva misionera, con su exuberante vegetación y sus animales, con el exotismo de un ambiente seductor y, a la vez, peligroso. En este ambiente, se produce el encuentro entre mundos distintos: el del ser humano y el de los animales, que dan cabida a férreas amistades o a desencuentros fatales. Una tortuga agradecida, unos flamencos engreídos, una gamita arrepentida, un pícaro loro, así como hombres indefensos o valerosos, entre otros personajes entrañables, despliegan conductas riesgosas, aventuradas, de rivalidad, pero también, de amistad, de cuidado y de solidaridad.
La tortuga gigante ; El loro pelado ; Las medias de los flamencos ; La gama ciega ; La guerra de los Yacarés ; Historia de los cachorros de coatí y de los cachorro de hombre ; El paso del Yabebirí ; La abeja haragana. Estos son los cuentos que Horacio Quiroga les contaba a sus hijos pequeños para recordar los días llenos de maravillas y aventuras que habían compartido en el paisaje, tan querido para él, de la selva misionera. Por sus historias desfilan la lealtad conmovedora de la tortuga gigante, la picardía risueña del loro pelado, la tierna amistad de los cachorros de coatí y los cachorros de hombre, junto a toda una galería de personajes inolvidables. Cada vez que volvemos a recorrer las páginas de estos Cuentos de la selva, en los distintos momentos de la vida, redescubrimos ese territorio único donde la sabiduría, el respeto por la naturaleza, la profundidad y la sencillez conviven en perfecta armonía.