La vida que debieron sobrellevar las últimas princesas incas expresa en cierto modo la quintaesencia del genocidio del siglo XVI llevado a cabo por la conquista española de América. A menudo abandonadas junto con sus hijos mestizos tras ser violadas por los españoles, el destino de estas mujeres resultó en verdad trágico. Quispe Sisa, de doce años, fue la primera princesa entregada como obsequio cuando su hermano, el emperador Atahualpa, se la "dio" al conquistador Francisco Pizarro. A Quispe se le otorgó el papel de concubina, le arrebataron los hijos que tuvo con Pizarro y, cuando tuvo más edad, fue forzada a casarse con un colono desequilibrado. No corrieron mejor suerte las otras princesas, los descendientes y parientes de la familia real, ni los vasallos andinos: las pandemias de viruela y sarampion, la desnutrición y el trabajo esclavo devastaron su población hasta que, en 1827, con la muerte del último inca, la dinastía quedó casi extinta. Recurriendo a un material en su mayor parte inédito, que incluye los testimonios de las propias pirncesas Stuart Stirling recompone magistralmente el recorrido de estas mujeres y su asimilación a la vida colonial española a traves de sus conmovedores relatos. Una lectura imprescindible para quienes se interesan en la historia del Perú, el imperio incaico y de las mujeres.