La personalidad debe abordarse desde los procesos del cuerpo y de la mente, aspectos equivalentes y complementarios para la supervivencia del organismo, con objeto de comprenderla de modo fehaciente. En este sentido, el dolor emocional se puede reconocer en las alteraciones corporales como la depresión de los impulsos, la reducción del movimiento o la respiración limitada, que disminuyen la capacidad de disfrutar de la vida plena. En cada restricción, se esconde una herida de índole psíquica sufrida en el pasado y, en especial, durante la niñez. La bioenergética es una terapia corporal y mental que procura abordar el sufrimiento emocional a partir de la movilización de las regiones del cuerpo afectadas por el dolor o la disminución de las capacidades. Mediante ejercicios corporales, posturas de yoga, movimientos de tal chi chuan y meditaciones orientales, se propone liberar la carga emocional negativa instalada en diferentes zonas del cuerpo para redescubrir el propio ser. El principal objetivo de esta terapia es que todos los individuos puedan gozar de la vida; y para ello, sólo es preciso reactivar los procesos energéticos corporales, disminuidos por el sufrimiento, a fin de experimentar, entre otras cosas, la sexualidad a pleno.