SINOPSIS: Estamos acostumbrados a llamar felices a los que triunfan, a los que tienen buena salud o grandes comodidades. Nos cuesta entender que cada uno es dueño de su propia felicidad, en cualquier situación que se encuentre. Esa felicidad no es atribuible a ninguna circunstancia exterior a nosotros mismos; está en nuestro interior. En el corazón. Si sólo cambiáramos el eje de nuestras vidas... si descubriéramos que el protagonista de nuestros días no es el dinero, ni la salud, ni la seguridad, sino el amor...