RESEÑA: Amparo Miranda, una exitosa diseñadora de modas con sede en Nueva York, vuelve a la ciudad de provincias que abandonó cuarenta años atrás, una de esas ciudades «donde la vida marcha a otro ritmo, como entre un pasado que ya no gusta y un porvenir sin dibujar». Amparo, de origen humilde e hija de soltera, no ha regresado corroída por la nostalgia ni tampoco para exhibir sus triunfos ante aquellos que nunca la aceptaron. Quiere, por el contrario, pasar desapercibida: viene a mirar, a intentar recomponer a solas un discurso que quedó interrumpido, a introducir palabras en una historia de silencios. Pero durante la semana que pasa en la ciudad, allí están ocurriendo otras muchas cosas, desarrollándose otras conversaciones, trenzándose el destino de otras gentes. Con unas se tropieza Amparo, otras no inciden en su deambular, pero ese batir simultáneo de escenas que se reflejan fugazmente unas en otras despoja a la visitante de un protagonismo que Carmen Martín Gaite reparte armoniosamente entre cada uno de los seres que van poblando los diferentes capítulos. El logro más llamativo es que ninguno resulte accesorio.