RESEÑA: La minuciosa y perturbadora reconstrucción de un crimen que conmocionó a un país. Laëtitia Perrais tenía dieciocho años cuando fue violada, asesinada y descuartizada la noche del 18 de enero de 2011. Dos días después, la policía detuvo al asesino, pero este se negó a confesar dónde había escondido el cadáver, que tardó semanas en aparecer. El crimen llegó a los periódicos y conmocionó a Francia. De ahí saltó a la política, y el entonces presidente Nicolas Sarkozy, en un gesto de oportunismo populista, apuntó hacia los jueces y las fisuras del sistema judicial, porque el asesino acumulaba un largo historial de detenciones previas. Recomponiendo las piezas del puzle, este libro desgarrador aborda el macabro crimen, la reacción política, social y judicial, la personalidad del asesino y la investigación policial, pero sobre todo reconstruye la historia de la chica asesinada a través de sus mensajes en las redes sociales, del testimonio de su hermana gemela y del entorno en el que vivió. Y aparece la figura de alguien que llevaba mucho tiempo padeciendo la violencia masculina: hija de un padre que abusaba de su mujer, adoptada por una familia cuyo progenitor violó a varias chicas, incluida su hermana, Laëtitia ya era, mucho antes de saltar a los titulares de los periódicos, una víctima.