RESEÑA: Con humor y ternura, Catherine Meurisse, autora de La levedad y La Comedia Literaria, narra cómo fue el asombroso paraíso de su niñez, en el que nos invita a perdernos a través de la naturaleza, el arte y la literatura, donde todo es libertad. Catherine Meurisse tuvo la enorme fortuna de crecer en el campo. Allí estuvo rodeada de piedras y árboles, pero también de una «obra» en marcha: la finca que sus padres estaban renovando para instalar allí a toda su familia. ¡Una casa grande y antigua que se transforma ante sus ojos! Multitud de árboles que plantar, jardines en los que soñar y ser soñado... Cada esqueje tiene su propia historia y Meurisse observa y vive así la naturaleza por primera vez. De esta manera nace su entusiasmo irrefrenable, su gusto exquisito y vivo, su deseo por la creación artística y los inicios de su auténtica vocación: diseñar un mundo para sí a través de los dibujos y las palabras. Loti, Proust, Rabelais se dan cita en este álbum tan divertido como poético y ecológico en el que la joven Catherine Meurisse señala con frescura y gran originalidad el lugar donde se desarrolla la imaginación en ausencia de restricciones y malas palabras, el lugar de su infancia, ¡donde se puede ser irresistiblemente libre!