RESEÑA: El nombre de Domingo Faustino Sarmiento, simboliza, sin duda, el interés por la educación en la Argentina. Tanto en sus escritos como en su obra de gobierno - fue el presidente maestro (1868-1874) - la difusión de la educación entre nosotros constituyó su preocupación fundamental. Sarmiento sostenía que la democracia sería inviable si el Estado no aseguraba que todos los habitantes recibieran la educación necesaria para participar activamente en la vida social. El autor vuelve al pasado y elige visitar a Sarmiento en Asunción del Paraguay en junio de 1888, pocos meses antes de su muerte. Durante en diálogo con el prócer, este responde con sus escritos, reproducidos casi textualmente, al interés de su visitante por conocer sus opiniones sobre los temas básicos de la educación. A pesar de los años transcurridos, la visión de Sarmiento continúa vigente y nos plantea desafíos aún pendientes.