RESEÑA: Como lo indica el título mismo del capítulo, la tesis principal que defiende aquí es que el bienestar para todos es posible. En los países civilizados, por ejemplo, los productores, que apenas son la tercera parte de la población, producen lo suficiente para que exista cierto bienestar en cada hogar. Así, si la totalidad de la población fuera productora, se crearían todavía muchas riquezas. Además, niega la teoría de Malthus, afirmando que el hombre acrecienta su fuerza productiva con mucha más rapidez de lo que él mismo se multiplica. Cuanto mayor número de hombres hay en un territorio, tanto más rápido es el progreso de sus fuerzas productoras. En este trabajo, Kropotkin apunta lo que él considera como las fallas de los sistemas económicos del feudalismo y del capitalismo, y cómo él cree que estos crean miseria y escasez mientras promueven el privilegio para ciertas clases. Él opta por la propuesta de un sistema económico descentralizado basado en la ayuda mutua y la cooperación voluntaria, afirmando que las tendencias para este tipo de organizaciones ya existen, ambas en la evolución y la sociedad humana.