RESEÑA: Durante una expedición para escalar el Nanga Parbat en los Himalayas (un monte en el que desde los primeros intentos en 1935, un total de once escaladores alemanes perdieron la vida intentando llegar a la cumbre y nadie lo logró hasta 1953) en la India británica, situada en el actual Pakistán, estalló la Segunda Guerra Mundial en 1939 y Harrer fue capturado por las autoridades coloniales británicas y encerrado en un campo de prisioneros. Harrer tenía entonces 27 años. En 1944, tras cuatro años y medio de reclusión, Harrer y su compañero austriaco, Peter Aufschnaiter, lograron escapar del campamento británico, situado a las afueras de la localidad de Dehradun, al norte de la India. Durante los siguientes veintiún meses permanecieron ocultos en aldeas remotas, aprendieron el tibetano, y realizaron la hazaña de recorrer 2500 kilómetros hasta llegar a la ciudad prohibida de Lhasa. Allí Harrer se hizo amigo del joven Dalái Lama, descubrió el esplendor del budismo tibetano, y asistió al comienzo del comunismo de China. En 1949 ya era el maestro particular del líder espiritual y temporal de los tibetanos. Documentó sus experiencias en aquel lugar en su libro Siete años en el Tíbet que fue publicado en 1953 y traducido a 48 idiomas. La película de 1997 del director Jean-Jacques Annaud que lleva el mismo título está basada en sus escritos. Se le ha acusado, sin embargo, de ocultar su relación con el nacionalsocialismo.