RESEÑA: En el centro de la narración hay una tarántula que baila en su jaula cuando el dueño de casa regresa. Y el dueño la deja salir, para que brevemente aproveche la libertad. "La danza de la araña" está pautada por esa música y ese contrapunto: la del encierro y la apertura, la de la cárcel y las cartas, la de una Buenos Aires de muerte y París y el francés que prometen un extraño renacimiento. Con una escritura primorosa, con emotividad arrebatada, Laura Alcoba teje la red de una memoria marcada por el dolor y la pérdida que se espeja en un presente palpitante, el que anticipa el vértigo de la juventud y el definitivo fin de la infancia.