RESEÑA: En ella, la autora narra la historia de Daniel, un chico de trece años que vive en el hostel de su abuela, en un pueblo del norte argentino. Allí conoce mucha gente de diversas regiones del mundo pero, sobre todo, se reencuentra con un compañero del colegio: Namu. En su amistad converge el afecto genuino de dos niños que esquivan los obstáculos de la fatalidad para dar lugar a una nueva forma de querer y de existir, trascendiendo los límites de lo finito. Sofía escribe y logra que todos los prejuicios de la sociedad se desvanezcan, incitando a quien lee a recorrer libremente las preguntas más profundas sobre la vida, la amistad, la poesía y el amor. âLa brisa tibia se fue enfriando y cerré la ventana. Namu dijo algo en sueños y abrió los ojos despacito, como si no quisiera despertarse. Al ver que no me había ido, me sonrió. Me acerqué a él, me incliné y, aunque todavía no éramos ni nubes ni río, lo besé en la boca".