RESEÑA: Todo en 33 rpm es rocambolesco, fantástico y deliciosamente exagerado. El lenguaje, con sus imágenes inesperadas, da vida a personajes como el Melómano, el Uruguayo Farley, el Formoseño Peralta, Perfecto Vatuone; apostadores, laburantes y casi-marginales que, como el propio narrador, se la rebuscan para sobrevivir. Villa Crespo renueva su mística y carga con el peso de su tiempo, son los años posteriores a la crisis del 2001 y en este mundo paralelo también hay malaria y cartoneo. Pero la imaginación de Juan Guinot no se vuelca al neorrealismo sino a lo fellinesco y nos devuelve un Parque Centenario convertido en gran tocadisco, una uña puntiaguda que baja del cielo apoya sobre los surcos de los caminantes y hace sonar la música de la gente". Una imagen hermosa para abrir y cerrar esta novela circular y para pensar en todo lo que la literatura puede hacer sonar en nosotros, los lectores".