RESEÑA. La novela relata la historia de un grupo de primos huérfanos a cargo de su abuelo, un caudillo conservador de Avellaneda, quienes forman parte de un mundo de deseos perversos y juegos de poder. Las transposiciones de acontecimientos históricos como el naufragio del Principessa Mafalda, como de personajes reales, Ruggerito y Barceló, encarnados en la figura de Guastavino y Braceras. La autora centra su obra en Braceras, un jefe político de la localidad de Avellaneda, haciendo una disección satírica y mordaz de la sociedad contemporánea. Una sociedad donde el Riachuelo, límite entre la capital y Avellaneda, adquiere un valor simbólico a lo largo de muchas de las páginas del libro. Los personajes adolescentes, con sus sentimientos e inquietudes a veces tan contradictorias, quedan de tal manera supeditados a él. Beatriz Guido, con un arte sutil, ha sabido apropiarse de historias familiares y nacionales (su padre era amigo de Enzo Bordabhere y de Lisandro de la Torre) y fundirlas en su narrativa. Es la historia de la rebeldía, del nieto de un caudillo político. El conflicto surge cuando en su conciencia se entabla la decisión de elegir entre permanecer en una vida cómoda en una casa donde no le falta nada o la batalla contra su corrupto abuelo cuyos métodos en la política rechaza profundamente. Fin de Fiesta de Beatriz Guido está situada históricamente en el período argentino antes del advenimiento del peronismo, refleja una sociedad corrompida, denunciando con trazos satíricos y dramáticos un mundo de hechos violentos, materiales y simbólicos apenas ocultos bajo la apariencia de una vida social correcta. Además de las continuas inmoralidades de todo orden, ofrece una visión caricaturesca de la religión.